¿Más ejercicio o mejor alimentación?

El problema

Desde que inicié en el mundo del ejercicio, este ha sido un debate sin tregua.  Por un lado, todo el día estamos absorbiendo información que nos guía hacia “un entreno intenso”, “una sacada de jugo”, “un programa extremo” y miles de cliches que nos llueven de todas partes; ahora, principalmente, de las redes sociales. Programas de ejercicio como Insanity, P-90X y muchos otros, tratan de demostrarnos que si trabajamos a estas intensidades de ejercicio, seguro en 90 días o menos, tendremos el “six pack” marcado, brazos tonificados, piernas torneadas etc.  En la otra esquina, se encuentran los anuncios de comida, los videos de Tasty, la comida rápida, procesada y lista para servir.  La cuál, nos da la comodidad de destapar, y comer sin mucho trabajo ni tiempo que invertir o como en el caso de los videos, comidas cargadas de azúcar y carbohidratos simples.

Para confundirnos un poco más, el internet está lleno de las últimas dietas, trucos, detox, ayunos y miles de otros “secretos” más que lo único que hacen es desorientarnos y el no saber realmente a qué hacerle caso o no.

Muchos de mis clientes me preguntan, y que bueno que lo hacen, de todo lo que leen en las redes y que si lo pueden aplicar. El hecho no es que lo hagan o no, al final quizás yo ni me entere de ello. Lo más importante aquí es que muchos no saben que están jugando con su salud, sus hormonas y en algunos casos con su vida por escuchar y hacer todo lo que leen o les aconsejan en los “cuchubales” o los “entrenadores”. Como por ejemplo, este “doctor” que anda haciendo dietas de 500 calorías e inyectando no sé que plasma quien les promete que bajarán 20 o más libras pero no les dice que a los 3 meses tendrán el doble o el triple de peso. O los “entrenadores” que aconsejan a sus clientes, inyectarse cocktails de cualquier cantidad de porquerías.

Cómo es esto posible? Mi conclusión es: el exceso de información equivocada y la falta de actitud inquisitiva para verificar realmente si debemos seguir o no alguno de estos “milagros” de la pérdida de peso.  Pero no estamos juzgando a nadie, al final, lo único que todos buscamos es lo mismo, vernos mejor, a veces sacrificando nuestra salud y el realmente sentirnos mejor físicamente.

Juicios Morales 

Una parte muy importante de nuestro “problema” es que hemos caído en dar juicios morales a la alimentación y ejercicio.  Si hemos ingerido alimentos de más o de valor calórico elevado, siempre terminamos diciendo, “nos portamos mal”.  Si hacemos ejercicio, “nos portamos bien”.  Si nos comimos un pedazo de pastel, entonces “pecamos”. La verdad, el comer cosas más o menos sanas y el ejercitarnos o no, no nos hace mejores ni peores personas.  Estos juicios nos “ayudan” a evadir nuestra responsabilidad tanto de mantenernos bien alimentados como de estar en constante actividad.  Con solo el hecho de decir: “este finde me porté re mal” estamos creando un ambiente seguro en el que no se nos criticará por comer de más o no hacer ejercicio. Es decir, para siendo socialmente aceptado, porque al final, todos nos portamos mal o todos pecamos.  Esto no es así! Debemos responsabilizarnos de nuestra alimentación y ejercitación y no justificarla. Nuestro estilo de vida en este sentido, solo tiene 2 opciones: o nos acerca a nuestras metas o nos aleja de las mismas.  No nos hace buenos ni malos.

Alimentación o Ejercicio

Nuestros cuerpos son las máquinas más eficientes en el ahorro de energía y siempre buscarán gastar la menor cantidad posible de la misma, haciendo más eficiente el trabajo (ejercicio) o guardar la mayor cantidad posible cuando la energía está disponible (grasa).   Aunque la medida principal de esta ingesta o gasto de energía continúan siendo las calorías, el sistema no es perfecto y no nos menciona qué calorías nos nutren o no. Además, todo cálculo de la cantidad de calorías utilizadas durante el día, es imposible.  Primero, por estar basado en fórmulas estándar, algunas ya anticuadas y para poblaciones distintas y luego, porque todos somos distintos y el sistema en que nuestro cuerpo gasta y almacena energía también.  Así es que tenemos el dilema en el que únicamente tenemos una vaga cantidad de calorías gastadas contra una cantidad de calorías ingeridas (relativamente más acertada).  Un poco más de frustración puede llegar a crearnos el hecho de que 45 minutos de correr, por ejemplo, pueden ser borradas por 1 sola porción de pizza! Y ahí esta la respuesta:.  No existe ningún entreno que pueda quemar la cantidad de calorías necesarias para contrarrestar una alimentación excesiva o de baja calidad. Incluso, los programas descritos al principio dicen en letras pequeñas que garantizan los resultados únicamente si se sigue el plan alimenticio que los acompaña.  Por supuesto que esto no quiere decir que no hagamos ejercicio o nos mantengamos activos, los beneficios de hacerlo van mucho más allá de simple estética o control del peso. Incremento de nuestro metabolismo basal, fuerza funcional, desarrollo de masa muscular, prevención de lesiones y enfermedades y miles más.  Sin embargo,  sí debemos tener muy presente que lo que más puede darnos o no el éxito es la alimentación. Y esto no solamente para personas que quieren perder peso o bajar porcentaje de grasa, también es válido para atletas y personas que quieren llevar una mejor calidad de vida.

La fórmula

Aunque no existe realmente una fórmula general que garantice los resultados esperados pues, todos somos distintos, lo importante es estar realmente conscientes de qué estamos consumiendo y en qué estamos gastando nuestra energía.  Principalmente, la cantidad de nuestra alimentación determinará nuestro peso. La calidad de nuestra comida, nos ayudará a controlar nuestro porcentaje de grasa. La proporción de nutrientes en lo que comemos, nos dará la energía suficiente para las actividades diarias y nos hará sentir satisfechos. Y finalmente, la distribución de los alimentos durante el día, nos ayudará a mantener un nivel de energía constante.  Dependiendo de nuestras metas, debemos ir modificando estos factores hasta encontrar uno que nos haga acercarnos a los resultados esperados.  Obviamente, como mencioné ya, el cuerpo se acostumbra a todo y si vemos un estancamiento que dure más de 2 semanas, debemos cambiar la estrategia, eso sí, nunca abandonar.

¿Cómo saber si me estoy acercando o alejando de mis metas?

La manera más fácil es por medio de un diario de alimentación y actividades que nos permita principalmente saber qué realmente estamos comiendo.  Francamente, no tenemos ni idea, aunque a veces creamos que sí.  El solo hecho de llevar este diario hará que mejoremos nuestra alimentación casi de manera inmediata con los resultados esperados. Por supuesto, debemos ser totalmente francos y abiertos al ingresar todo lo que comemos y tomamos.  De nada sirve cambiar cantidades u omitir comidas.  El objetivo no es emitir juicio alguno sobre ese diario, sino que el mismo nos enseñe a alimentarnos de una mejor manera, haciéndonos responsables de lo que comemos y hacemos.  Al final queremos convertirnos en las personas  que decimos que deseamos ser y si queremos ser personas sanas y felices con nuestro físico, debemos responsabilizarnos y estar totalmente conscientes de qué hacemos para llegar ahí.  Todo lo logramos creando buenos hábitos pues, una buena estrategia vence ante nuestra fuerza de voluntad. Pero de esto hablaremos otro día.

Asesoría

Como ya lo he ofrecido varias veces en mi Facebook, ofrezco asesorarles en su alimentación sin costo por un mes. Esto, para que aprendamos y tomemos el hábito de llevar nuestro diario.  Yo estaré ahí con ustedes durante todo el día. Lo único que tienen que hacer es descargar la aplicación LoseIt! (gratis) abrir su cuenta y enviarme el email con el que la abrieron a [email protected] –  Pueden descargar la aplicación aquí: https://itunes.apple.com/us/app/lose-it-calorie-counter/id297368629?mt=8

Feliz Semana!