Uno de los mayores retos que he encontrado en mi trabajo ha sido el de derribar las creencias de mis clientes acerca de que el esfuerzo en ser más sanos no es de “todo o nada”. Esto proviene de nuestro entorno el cual nos exige de diversas maneras a darlo todo o sino mejor, no hacerlo. Lo vemos reflejado en frases como “go hard or go home” o “no pain, no gain” las cuales, si bien motivan a algunas personas, hacen que la mayoría de nosotros las tomemos como excusas para no hacer nada para cambiar sus vidas.
El anterior punto lo vemos reflejado por ejemplo en nuestras resoluciones de cada nuevo año. “voy a dejar de fumar” “iniciaré a hacer ejercicio” “me pondré a dieta” “desde hoy voy a ahorrar”. El problema en sí, no son estas resoluciones, bueno, excepto la de la dieta, sino más bien el que queremos empezar todo al mismo tiempo y cambiar muchos aspectos de nuestra vida de una sola vez; acción que nos lleva a que en 3, 4 semanas o un par de meses, estemos nuevamente en el mismo punto que el 31 de diciembre o peor.
Nuestra fuerza de voluntad es un tanque de gasolina que se va vaciando poco a poco durante el día y a través de los días. Se va agotando cada vez que dejamos de hacer algo que queremos hacer pero también al hacer algo que necesita un esfuerzo o que no es una función automática de nuestro cuerpo. Debido a esto, es aconsejable el crear estrategias de vida que hagan más fácil el controlar nuestros impulsos o reacciones al ambiente cuando ya nuestra fuerza de voluntad va cediendo.
Cada día veo casos, incluyéndome por supuesto, en los que en lugar de tomar las riendas de nuestra alimentación, la dejamos en manos de la corriente. Nos dejamos persuadir por todo lo rico o cómodo que hay en un almuerzo, celebración, fiesta, cumpleaños, primeras comuniones, etc. Nos conformamos en pasar al auto servicio más cercano cuando tenemos mucho trabajo o llevamos prisa. Salimos de la casa sin desayunar después de no ingerir alimentos en más de 10 horas porque nos levantamos tarde o porque simplemente no nos hemos acostumbrado a comer tan temprano. Llegamos tarde del trabajo, abrimos la refrigeradora y lo primero que encontramos es un pedazo de pizza y hasta nos lo comemos sin calentar.
Tal pareciera que la prisa y la automatización de nuestras acciones tienen predominio sobre lo que es mejor para nosotros aún con toda la información y recursos disponibles para ayudarnos a cambiar esto.
Obviamente, la vida social es básica entre nosotros. Participar en estos eventos no solo es agradable sino también mental y emocionalmente saludable. Lo que sí no podemos es estarnos quejando luego o quebrarnos la cabeza pensando en por qué no hemos bajado estas libritas de más si no estamos dispuestos a modificar, aunque sea un poco cada día, algunas de nuestras acciones y rutinas.
Con esto no estoy hablando de cambios drásticos, como dice el Dr. John Berardi en nuestro programa Precision Nutrition “basta con ser 1% mejores que ayer”. Estos cambios paulatinos y a plazos más largos, son los que nos garantizan el éxito y podremos controlar permanentemente. Abajo te menciono algunas estrategias que pueden ayudarte a llevar un estilo de vida más sano sin convertirte en ermitaño.
1. La preparación lo es todo:
Mientras no tengamos un plan, seremos reactivos a nuestro entorno y si por ejemplo, en la oficina nos llevan pastel o donas para celebrar algún cumpleaños y no hemos desayunado y no tenemos algo alternativo de comer, seguro que hasta repetiremos en nuestras porciones. Todos los domingos, dediquemos un ratito para hacer una lista de comidas de la semana, ir al super y dejar preparadas porciones y comidas para llevar cada día, para preparar nuestro desayuno con rapidez o bien para tener algo listo para calentar al regreso de nuestro trabajo.
Antes de cualquier evento que tengamos, tratemos de haber comido en nuestra casa y tomado mucha agua para no llegar a picar de todo lo que hay en la fiesta y ya, sin mucha hambre, poder hacer elecciones más saludables o recortar nuestras porciones. Lo mismo es aplicable antes de ir al supermercado para que no llenemos nuestra carreta con todo lo que se nos ponga en frente.
Evitemos mantener en la casa comidas o bebidas que harán que nos alejemos de nuestras metas. Si no tenemos la tentación latente cada vez que vayamos a la cocina, podremos evitar romper nuestros buenos hábitos de alimentación. No nos pongamos trampas nosotros mismos.
Preparemos todas las noches una lonchera que podríamos llevar con nosotros durante todo el día. Con esto, estaremos completamente listos por si nos da un ataque de hambre, no podemos llegar a la casa el resto del día o se nos atraviesan eventos imprevistos. Estar preparados ante estas eventualidades nos ayudarán a cumplir con los que nos proponemos.
Con seguridad, en todos los restaurantes hay opciones más saludables en el menú. Tratemos de investigar de antemano qué platos podremos pedir al llegar. El tener esto ya en mente, evitará que escojamos comida que puede incrementar nuestra ingesta de calorías de una manera tremenda. Si acaso no hubiera platos de este tipo, prueba pedir que te preparen un par de pechugas de pollo, pescado o lomito a la parrilla y acompáñalo con las guarniciones más saludables que encuentres.
Cualquier compromiso que puedas hacer contigo mismo para tu bienestar es la mejor decisión que puedes tomar. Uno a la vez, paso a paso. Es más fácil mantener un plan durante la semana que en el final de la misma pero, si tenemos claro con antelación a qué nos podemos comprometer, será más fácil no salirnos tanto de nuestro balance.
Cuando te toque organizar eventos en tu casa o seas el anfitrión en una celebración, busca tener opciones saludables al alcance de tus invitados. Si montamos un “candy station” por que no armar un “healthy station”? Estoy seguro que muchos de los invitados te lo agradecerán pues, como tú, buscan alimentarse mejor en todo momento.
No somos perfectos, cedemos ante la recompensa inmediata la mayoría de las veces, nos auto saboteamos en todo momento por falsas creencias o pereza, en fin, es un camino cuesta arriba y lleno de retos pero, si logramos bajar un poco las revoluciones y estar completamente conscientes de nuestras acciones dejando de vivir en modo automático, estoy seguro que encontraremos mil y una estrategias más parara poder disfrutar de nuestra vida social de una manera saludable sin tirar al basurero todo el esfuerzo de la semana. Todo depende de ti! Acepta tu responsabilidad por tu salud y la de tu familia y diseña tus propias estrategias. Al final, verás mejores resultados de manera sostenible si eres constante que si tratas de cambiar toda tu vida de un día para otro.
Si quieres obtener más información acerca de nuestro programa de Habit Based Food & Nutrition Coaching o entrenos, escríbeme a [email protected].
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